sábado, 25 de julio de 2015

Anime de la A a la Z: Oregairu y Oregairu 2

Chiwasu!

Ante la cantidad enooooorme de animes que tenía anotados en mi lista de pendientes, y la incapacidad para decidir qué ver en cada momento, me lancé a verlos en orden alfabético, escogiendo un anime con cada letra de manera sucesiva.

Lo cierto es que comencé con este sistema hace un tiempo, bastante antes de empezar a escribir el blog, así que ahora mismo estoy en la letra O, y de entre todos los que habían llamado mi atención, me atreví a darle una oportunidad a Yahari Ore no Seishuun Love Comedy wa Machigatteiru... Y sí, empieza por O, porque se abrevia comúnmente como Oregairu.

Foto: MyAnimeList
Se trata de una serie colegial, que son mi debilidad, y la trama gira alrededor de Hikigaya Hachiman, un chaval que es bastante asocial y que termina formando parte, por avatares del destino, del club de voluntariado de su instituto, dirigido por Yukino Yukinoshita, y que se dedica a ayudar al resto de alumnos con sus problemas... De un modo un tanto particular

La premisa está bien y provoca bastante momentos divertidos y otros sumamente incómodos. Creo que es un acierto tratar la personalidad de Hikigaya de tal modo que hasta el espectador se sienta a la vez atraído y repelido por su forma de ser; aunque se le coge cariño, cuesta reprimir en ocasiones las ganas de gritarle un par de cosas. El hecho de que Yukino tampoco sea la chica más amigable del mundo le da un toque único a esta serie, y la hace bastante interesante.

Por último, la presencia de un personaje 'estabilizador' como es Yui Yuigahama, hace que el anime sea más ameno e incluso entrañable. Y no digamos ya lo divertido que resulta ver la interactuación de Hikigaya con el bueno de Totsuka. Además, el ending en su versión balada me parece una auténtica maravilla.

En cuanto al dibujo y la animación, se percibe una clara diferencia entre la primera y la segunda temporada, ya que en esta última el diseño de personajes se dulcifica y 'redondea' y pierde un poco de personalidad, aunque para mi gusto resulta visualmente más atractivo

Calificación: 3/5

Sin embargo, creo que el diseño es el único punto fuerte de Oregairu 2. La historia de la segunda temporada se centra mucho más en las relaciones románticas que la primera (que indagaba en las relaciones interpersonales de manera más genérica y mucho más divertida); es bastante lógico, teniendo en cuenta que la serie se llama "Mi comedia romántica juvenil va mal, como esperaba" peeeeeero... No termina de convencerme.

Foto: Proyectofreak. Echad un vistazo a sus reseñas por capítulos ^^

Me resulta desesperante ver tantas escenas sentimentalmente tensas y cómo callan más de lo que dicen, de manera que al capítulo siguiente todo sigue igual. A partir de cierto punto la serie se vuelve lenta, pesada y redundante, incluso al final... Y si alguien entiende por qué los personajes no entienden que la mejor forma de entender su relación con los demás es entendiéndose uno mismo, que me lo explique. No, en serio; llegado el capítulo en que empiezan a repetir la palabra "entender" cerca de trescientas veces, yo me perdí. Los razonamientos y preocupaciones de estos chicos de 17 años me parecen demasiado 'adultos' y maduros, así que lo encuentro difícil de asimilar.

Por otra parte, hay un personaje secundario, la 'hermanísima', que estropea todo el ambiente. Cada vez que sale yo siento deseos de estamparla contra una pared. Además, las personalidades de los protagonistas evolucionan, para mi gusto, perdiendo su esencia. Así que... Yo me quedaría sólo con la primera temporada.

Calificación: 2/5

¿Alguno de vosotros, lectores, ha visto Oregairu? ¿Y qué opináis? A lo mejor tenéis mejor concepto que yo de la segunda temporada, o de la serie completa, así que por favor, ¡dejad vuestros comentarios! Después de todo, esto es únicamente una opinión personal :)

Próximo anime: Plastic Memories

lunes, 20 de julio de 2015

Reseña: O-bon de Asturasia en Gijón

Chiwasu!

¿Esta foto vale un amigurumi-takochu?
Cumpliendo con lo previsto, el sábado, 18 de julio, se celebró el o-bon de Asturasia en la playa de San Lorenzo de Gijón y, teniendo en cuenta la asistencia, esta primera edición ha sido un éxito. A pie de playa había casi doscientas personas y al menos medio centenar más observando la escena desde el paseo; además, según datos de la asociación, entre el propio o-bon y los días de Metrópoli, lograron vender los 70 farolillos de que disponían para este evento.

Pero empecemos por el principio :)

Es cierto que el inicio de las actividades (juegos y entretenimientos) se retrasó un poco con respecto al horario marcado, y en vez de a las 18:00 empezó más bien a las 19:00. Cuando llegamos a la zona de la playa donde se encontraba el stand de la asociación (por cierto, muy bien situado y claramente señalizado), los chicos encargados estaban terminando de montar la decoración y demás.

Deliciosos bentous con pollo teriyaki o salchicha. ¡Ñam!
No pasó mucho tiempo, sin embargo, hasta que comenzaron los juegos como el mikado, el limbo, la comba y, nuestro preferido sin duda, el kendama. De hecho, pasamos casi una hora pegados a la bolita intentando aprender a manejarla (con escaso éxito, debo añadir, aunque querríamos lograr cosas como estas). Además de probar algunos de estos juegos tradicionales, también pudimos disfrutar de un bentou casero, mochis, bizcocho y otros dulces, bebidas y helados.

Pero la comida y las actividades no pudieron opacar a los verdaderos protagonistas de la cita: los farolillos. Los asistentes podían comprar uno de estas lámparas de papel por cinco euros y decorarla a su gusto. Los chicos de la asociación pusieron a su disposición rotuladores y colores para hacerlo y, además, su conocimiento para ayudar a quien quisiera a escribir su nombre en japonés en el farolillo. 

Farolillos en el descenso del Piles
Juanjo y yo, por nuestra parte, optamos por decorarlo con una declaración de intenciones y, de paso, hacer un poco de publicidad de mi blog jejeje

Finalmente, poco antes de las 22:30, con la oscuridad ya en aumento, nos acercamos todos los propietarios de los farolillos a la desembocadura del río Piles para colocarlos en el agua. Hubo que hacer un par de intentos para que la escena quedase bien (la corriente del río se llevaba todas las lamparitas hacia la orilla y las varaba, y la emoción de los más pequeños por seguir sus creaciones terminaba por hacer zozobrar alguno de los faroles), pero sinceramente creo que mereció la pena. ¡Juzgad por las imágenes! (Visitad el Facebook de la asociación aquí para ver fotos preciosas y vídeos). 

Segunda toma del descenso

Si os ha picado el gusanillo y pensáis que os hubiera gustado estar allí, estáis de enhorabuena, porque los chicos de Asturasia están planeando celebrar otro o-bon, esta vez en Avilés. ¿Os apuntáis? :)

miércoles, 15 de julio de 2015

Primer o-bon en Gijón

Chiwasu!

Se me ocurren pocas excusas mejores para empezar con este proyecto, que tenía en mente desde hace tiempo, que la celebración del primer o-bon en Gijón, a cargo de la asociación Asturasia.

El evento tendrá lugar el próximo 18 de julio de 2015, en la playa de San Lorenzo, en Gijón, a donde podrán acercarse todos aquellos que tengan curiosidad por esta festividad tradicional japonesa. Desde las 18:00 horas, los chicos de Asturasia realizarán actividades para los visitantes, y los asistentes que así lo deseen podrán adquirir uno de sus deliciosos bentous (comidas caseras dispuestas en cajas para llevar) antes de pintar y decorar con sus buenos deseos los farolillos de papel para lanzarlos al mar. ¡Imaginaos qué escena más bonita!

Foto: Asturasia

Si después de leer hasta aquí la pregunta que ronda vuestra mente es '¿Qué es un o-bon exactamente?', a continuación os doy una breve explicación:

El o-bon es una festividad que celebra la vida sobre la muerte, una ocasión alegre en la que se recuerda a los antepasados y se baila y canta para agradecer su sacrificio y su labor. Esta es una fiesta de origen budista, pues cuenta la tradición que uno de los discípulos de Buddha, queriendo honrar el espíritu de su madre fallecida, le realizó una ofrenda. La madre apareció y cuando el hijo conoció sus sacrificios desinteresados, y ella comprobó que su retoño estaba vivo y bien, bailaron juntos alegremente.

Esto explica por qué en estas celebraciones de los espíritus en Japón se baila, se bebe, se come y se ríe, todo lo contrario, por ejemplo, que en nuestra festividad de Todos los Santos. Se supone que mostrarse alegres y felices al recordar a los que ya no están, ayudará a sus almas a viajar sin temor ni sufrimiento al Más Allá, y aquí también entran en escena los farolillos con buenos deseos y agradecimientos, unas luces que se imponen a la oscuridad y guían a los espíritus.

Si alguno de vosotros, lectores, tiene curiosidad (y la posibilidad), puede acercarse el año próximo hasta el Bon Odori que organizan el Colegio Japonés de Madrid y la Asociación de Japoneses en Madrid. Aunque otros años he ido, esta vez me ha resultado imposible, ¡pero es una experiencia que recomiendo muchísimo!

Seguro que la tarde de este sábado será muy divertida y que la noche resultará espectacular. Os contaré qué tal ha ido todo este fin de semana, ¡así que atentos al blog! :)